En época de Cuaresma (y todo el año) es posible comer pescados y mariscos a precios accesibles y de origen mexicano. LA TARDE te da algunas recomendaciones para que elijas los más frescos.
Al charlar con el chef Aquiles Chávez expresó su descontento con el idilio que existe con el salmón en México, que normalmente, proviene de Chile y a precios altos. Elige especies mexicanas, para saber cuáles lo son sigue el consejo de este cocinero que dijo una frase muy cierta “preguntando se llega a Roma”. Acércate a tu pescadero de confianza y ahorra unos pesos comiendo lo que nuestros mares dan.
“Hay que fomentar el consumo de pescados y mariscos en México. Pueden ser muy baratos, yo recomiendo consumir trucha, tilapia y calamar”, agregó Aquiles, quien dijo que ama las conchas y el pulpo pero enfatizó que hay que verificar qué está a mejor precio y qué novedades hay.
Por ejemplo, contó que él hace unas tortitas de calamar en salsa verde, como las de carne pero con este alimento marino, y mencionó a la maravillosa trucha michoacana.
Por su parte, la revista del Consumidor emitió una lista de las especies más baratas y las que tienden a subir:
El pescado es tan versátil que puede prepararse de muchas maneras y combinarse con variados alimentos. Es la carne más recomendable para la dieta, por sus propiedades nutritivas, fácil digestión y efecto protector del corazón.
Existen más de 220 variedades comestibles. Su valor nutricional depende de factores tan variable como la estación del año, sexo, grado de madurez y tipo de alimentación. Puede sazonarlo con ingredientes tan variados como laurel, eneldo, jengibre, menta, mostaza, ajo, nuez moscada, cebolla, orégano, paprika, anís, chile, romero, azafrán o tomillo, entre otros.
La mayoría de pescados son ricos en proteínas de magníficas calidad y su contenido de aminoácidos esenciales es igual al de la carne roja, con la particularidad de que es más digerible por tener menos tejidos conectivos.
La proteína se aprovecha para el crecimiento y formación de las células de los tejidos. Además, es rico en ceniza (material donde se encuentra la porción mineral).
No posee mucha grasa, y la que tiene es rica en ácidos grasos polisaturados, cuyo consumo se relaciona con la menor aparición de enfermedades del corazón.